Naomi Campbell aún está en todas partes.
Follow @Mazana17
Es una agradable
sorpresa que en una industria que venera la juventud, esta supermodelo
de 46 años está más ocupada que nunca y es una figura omnipresente en el
circuito de las fiestas.
A
finales de agosto, presentó a Rihanna en los Video Music Awards en el
Madison Square Garden de Nueva York. La semana siguiente, en el Festival
Internacional de Cine de Venecia, asistió al estreno de Franca: Chaos and Creation, un documental acerca de Franca Sozzani, la poderosa editora de Vogue Italia.
Setenta
y dos horas después, Naomi Campbell regresó a Nueva York y a Madison
Square Garden, donde se tomó selfies con Kim Kardashian en el concierto
de Kanye West antes de dirigirse a la fiesta de cumpleaños de Beyoncé,
en el NoMad Hotel.
Un día después, estuvo invitada en Watch What Happens: Live
de Bravo; más tarde asistió a algunos eventos de la Semana de la Moda
en Nueva York, entre ellos la pasarela de Tom Ford en el restaurante
Four Seasons.
Hace
menos de una década, esta atractiva supermodelo era una de las chicas
malas más notables de la industria, una diva vestida con diseños de
Azzedine Alaïa al borde de convertirse en un chiste de los tabloides
después de declararse culpable de asalto agravado dos veces en 17 meses:
primero en Nueva York por arrojarle una BlackBerry a su ama de llaves, y
después por tener una riña con dos policías británicos en el Aeropuerto
de Londres-Heathrow, cuando desapareció su equipaje.
Hoy,
a sus 46 años, Campbell es omnipresente una vez más, con su distintiva
forma de caminar aquí, allá y en todas partes, mientras disfruta de un
repunte profesional que no se ve a menudo en el mundo de la moda.
Sin
embargo, el ritmo vertiginoso de la carrera de Campbell plantea algunas
preguntas: ¿qué tan lejos llegará en un negocio que tradicionalmente ha
puesto un límite para las modelos que superan los 40 años? ¿Acaso su
rompimiento con un oligarca ruso provocó que se concentrara de nuevo en
su carrera? ¿Qué espera alcanzar exactamente a partir de todas estas
apariciones, campañas y entrevistas?
Ni siquiera ella parece tener una respuesta clara.
“No hay plan”, dijo Campbell hace poco. “No hay un propósito. Lo sé. Probablemente debería tener uno, ¿verdad?”.
Quizá. Quizá no.
Todos
en la moda conocen la forma de caminar de Campbell y su manera de
ladear la cabeza a la derecha mientras echa un vistazo con
despreocupación a los fotógrafos que están frente a la pasarela.
Campbell
creció en un área pobre al sur de Londres, donde tomó clases de baile;
lo que aprendió es evidente en su forma de modelar.
“Siente
la música como nadie más”, dijo John Galliano, el diseñador de moda.
“Cuando participa en una pasarela, no es fácil para las otras modelos,
porque ella toma el mando. Se apodera del escenario”.
Un agente de modelaje descubrió a Campbell mientras estaba en la preparatoria.
Desde
entonces, las cosas se han movido rápidamente. A los 22 años, había
estado en la portada de varias ediciones de Vogue; protagonizó el video Freedom! ‘90
de George Michael junto con Christy Turlington, Linda Evangelista y
Cindy Crawford, y se desvistió en una fotografía de Steven Meisel para
el libro de Madonna Sex.
“Ni
siquiera le dije a mi novio que lo haría porque sabía que no lo
aprobaría”, dijo Campbell, cuyas célebres parejas a lo largo de los años
también han incluido a Adam Clayton de U2, Mike Tyson y Robert De Niro.
También
fue una celebridad temperamental con la que era difícil trabajar;
inhalaba la cocaína y bebía alcohol en exceso, y llegaba a las sesiones
fotográficas con horas de retraso.
Incluso
las personas que se mantuvieron a su lado no niegan haber vivido este
lado de su personalidad. El productor y director Lee Daniels recordó
haberse reunido con Campbell por primera vez a principios de los
noventa, cuando la eligió para aparecer en un anuncio de servicio
público para Rock the Vote.
“Llegó
a la sesión tres horas tarde”, dijo. “La puerta de la limosina se abrió
y ella salió como Cruella de Vil. Yo le grité con todas mis fuerzas por
haber tenido el atrevimiento de llegar tarde a mi set, y ella me gritó
también. La despedí en ese instante y me enamoré de ella justo ahí”.
Su
sentido imperial del orgullo se exhibió por completo en 2010, ante la
Corte Penal Internacional contra Charles Taylor, el expresidente de
Liberia, quien le había regalado tres gemas (posiblemente se trataba de
diamantes de guerra) a finales de los noventa.
Antes
del juicio, Campbell había sido vista a menudo, pero casi nadie la
había escuchado. Sin embargo, no perdió el tiempo y confirmó la imagen
que el público tenía de ella. Vestida con un conjunto de chaqueta y
vestido color crema, Campbell se expresó con desdén después de que se
sugiriera que el regalo la había impresionado de alguna manera, pues
dijo que los diamantes que dos hombres le dieron en una bolsa sin marcar
eran “unas piedras mugrientas”.
A
lo largo de los siguientes años, la vida de Campbell bajó su ritmo un
poco. Estaba llegando a sus cuarenta y se encontraba de manera menos
frecuente bajo los reflectores.
Se
dedicó a ser activista, entre ellas se involucró en una iniciativa para
aumentar la diversidad en las pasarelas. Aceptó conducir el reality
show The Face, dedicado a participantes que aspiraban a ser
modelos. Encontró el amor en Vladislav Doronin, un oligarca ruso que
supuestamente tiene una fortuna de mil millones de dólares.
Los
dos se conocieron en el Festival de Cine de Cannes en 2008 y tuvieron
un romance que los paparazzi documentaron muy bien, pues los siguieron a
lo largo del Mediterráneo y por cualquier lugar donde aterrizaban jets y
atracaban yates.
Doronin
incluso acompañó a Campbell en sus visitas a Nelson Mandela, quien
había sido una suerte de padrino honorario. En 2012, Doronin organizó
una gigantesca fiesta para celebrar su cumpleaños número 50 en Jodhpur,
India, a la que asistieron muchas personas que se encontraban en su
formidable libreta de contactos, entre ellos Kate Moss, Bob Geldof y
Diana Ross, quien volvió al escenario para cantar ante una multitud de
200 personas.
Para
ese momento, Campbell había controlado en gran parte su adicción y sus
problemas de ira. Incluso comenzó a fungir como representante no oficial
de la sobriedad para algunos de los nombres más grandes de la moda.
“Me
tomé un pequeño descanso de la industria y ella estuvo ahí en todo
momento”, dijo Galliano, refiriéndose a su salida de Dior en 2011.
“Gracias a Naomi Campbell llegué a Arizona”, agregó, refiriéndose al
tiempo que pasó en rehabilitación.
“Yo
también”, dijo Marc Jacobs. “Con la ayuda de mi socio Robert Duffy y
Anna Wintour, los tres intervinieron para que dejara mis adicciones.
Naomi comenzó todo. Se dio cuenta de que yo estaba teniendo problemas
terribles. Cuando he recaído, ha sido como telepatía. Es decir, se ha
estacionado frente a mi casa cuando ha creído que algo anda mal”.
Después, en 2013, su relación con Doronin explotó.
El
magnate ruso fue fotografiado a bordo de su yate con una modelo llamada
Luo Zilin, quien representó a China en el concurso Miss Universo 2011 y
quien había sido alumna de Campbell en The Face.
Según sus amigos, estaba devastada.
“Fue un momento difícil”, dijo Galliano.
No
obstante, Campbell ha probado una y otra vez que es una guerrera. Su
singular habilidad para meterse en problemas solo es superada por su
talento para escapar de ellos.
Días
antes de que se publicaran las fotografías del yate, Campbell tuvo un
regreso triunfante en Milán al modelar en su primer desfile de Versace
en 14 años, con una microfalda negra de piel, las caderas en un vaivén, y
el cabello que flotaba mientras la audiencia se ponía de pie para
aplaudirle.
Cuando se canceló The Face
en su segunda temporada, y Campbell escuchó que su amigo Daniels tenía
una nueva serie dramática en Fox, hizo presión para obtener un papel.
Después de que Empire
se convirtió en un éxito, Campbell fue invitada a una cena dedicada al
diseñador de Burberry Christopher Bailey en la casa de Los Ángeles de
Bryan Lourde, un poderoso personaje en Hollywood, y se sentó junto a
Ryan Murphy, uno de los productores más exitosos de la televisión.
Al día siguiente, el equipo de Murphy comenzó a escribir un papel para Campbell como una agresiva editora de moda en American Horror Story: Hotel, mientras sus amigos en el mundo de la moda la anotaron para todo tipo de shows.
Algunos
podrían preguntarse qué tan lejos puede llegar una modelo de 46 años
que está debutando en su papel como actriz, pero es evidente que la
gente la apoya.
Una
de esas personas es Anna Wintour, quien dijo acerca de Campbell: “Se ha
dicho mucho acerca de Naomi a lo largo de los años. Pero lo que siempre
me ha sorprendido es lo motivada que está y lo mucho que trabaja. Es
una guerrera, para las mujeres de color y para las causas en las que
cree”.
Daniels
también la apoya, y dijo que parte del motivo por el cual la gente no
la abandona, a pesar de los altibajos, es su feroz lealtad, que está en
sorprendente armonía con otros y que es muy divertida. “Creo que apenas
está empezando”, dijo.
Aún
sobreviven los vestigios de la antigua Campbell. Como muchos adictos
que se están recuperando, tiene un empuje sobrenatural y también es
desorganizada a más no poder. Va de la seguridad extrema a la
inseguridad casi paralizante, y sus amigos dicen que no pueden predecir
en qué estado la encontrarán: Naomi, la fiera indomable; o Naomi, la
colegiala dócil. “Tampoco yo puedo saberlo”, dijo Campbell.
En
abril, en la fiesta de lanzamiento de su libro en el Diamond Horseshoe,
Campbell se convirtió en un mar de lágrimas al momento de dar un
brindis, rodeada de amigos como Wintour, Jacobs, André Leon Talley y
Gayle King.
“Es una niñita”, dijo Galliano. “Se derrumba”.
For more News and Entertainments, follow Us at our Social Network :
Follow @Mazana17
No comments :
Post a Comment